El alcoholismo es una enfermedad progresiva, incurable y mortal, pero que, como otras enfermedades, "Puede ser detenida"
Los alcohólicos no pueden controlar su manera de beber porque están enfermos en sus cuerpos y en sus mentes. Si no dejan de beber, su alcoholismo siempre se vuelve peor y peor.
El alcoholismo es un problema mayor de salud. En los Estados Unidos es la tercera gran causa de mortalidad, después de las enfermedades del corazón y el cáncer, no sólo afecta a los alcohólicos; otros son afectados por sus consecuencias, por ejemplo, en el hogar, en el trabajo, en las carreteras, etc.
La Sociedad Americana de Medicina y la Asociación Médica Británica, organizaciones que agrupan a los médicos en esos países, también han conceptuado que el alcoholismo es una enfermedad.
¿CUÁLES SON LOS SÍNTOMAS?
No todos los alcohólicos tienen los mismos síntomas, pero en diferentes etapas de su enfermedad, muchos muestran los siguientes:
Encuentran que sólo el alcohol puede hacerlos sentir confiados y serenos frente a otra gente; a menudo desean “uno más” al final de la fiesta; buscan la ocasión para beber y piensan en ella frecuentemente; se emborrachan cuando no planean hacerlo; tratan de controlar su forma de beber, cambiando el tipo de licor, huyendo de sitios o haciendo promesas; esconder licor, mentir sobre su forma de beber; beber en el trabajo (o en el colegio), beber solo; tener lagunas (esto es no recordar al día siguiente lo que dijo o hizo la noche anterior); beber en las mañanas para aliviar los severos guayabos, sentimientos de culpa o de miedo, dejar de comer o desnutrirse; tener cirrosis del hígado; temblar violentamente o tener convulsiones cuando se deja de beber.